La Mantilla Española: Un Legado de Arte

En la penumbra solemne del Sábado Santo, la figura de una mujer vestida de negro con una elegancia atemporal.

En caballetes se montaban los bastidores, con cuerdas cruzadas que tensaban el tejido, el tul era perfilado y bordado minuciosamente con aguja sin punta. Cada parte del diseño era envuelta con un paño blanco para proteger la delicadeza de la obra.

Su vestido, en su justa altura por debajo de la rodilla, mangas largas , guantes y medias negras que completan su atuendo, encierra espiritualidad. En sus manos, un rosario, símbolo de devoción. Sin joyas y con un maquillaje natural resalta la belleza genuina de su rostro. En este caso es la mantilla negra, coronada por una peina de teja o de carey, la que transforma esta imagen en un símbolo de identidad española y de reverencia.

La mantilla es más que un complemento; es una joya cargada de historia y significado, a través de las manos que en su día las tejieron como mi madre María Victoria Miranda en el taller de María Luisa en la Calle Real del recinto Alhambreño, transformando tul, seda e hilos en auténticas obras de arte.

Calle Real de La Alhambra

Los viajeros americanos que visitaban la Alhambra quedaban fascinados por la calidad del Chantilly, ese tejido ligero proveniente de Francia, que ganaba una nueva dimensión bajo las manos españolas.

Este arte, tan íntimamente ligado a la tradición, tuvo su auge durante el reinado de Isabel II (1833-1868). La reina adoptó la mantilla como un distintivo de elegancia en actos sociales, marcando una moda que sería emulada por las mujeres de su tiempo. Tras su muerte, la mantilla cayó en desuso en el ámbito cotidiano, pero sobrevivió en eventos solemnes y religiosos, especialmente en la Semana Santa, también es utilizado por la madrina en bodas, o en corridas de todos por la mujer.

Hoy, su presencia en los desfiles procesionales es un recordatorio del patrimonio que conecta generaciones, una tradición que sigue viva gracias al amor y la dedicación de bordadoras que transmitieron su conocimiento a lo largo del tiempo.

La mantilla española identifica a la mujer de este país en todo el mundo. Es un símbolo que entrelaza la fe, la artesanía y el arte. Las mantillas bordadas no es un simple accesorio; son el testimonio de la paciencia y la creatividad de mujeres que, con su labor, elevaron el tul y la seda al rango de joyas.

Cada pieza bordada es un relato de pasión y artesanía, y cuando una mujer la luce en Semana Santa, también porta en sus hombros una obra maestra que ha trascendido fronteras y épocas.

El Sábado Santo, La Alhambra se viste de mujeres vestidas de negro, con peinas y envueltas en mantillas, caminan , llevando en cada paso el eco de la Alhambra junto a la Virgen de La Alhambra en la única procesión del sábado santo , y llevando la historia de las bordadoras que dejaron su huella y del legado de siglos que nos recuerda quiénes somos. La mantilla es, sin duda, un estandarte de identidad y belleza .

Santa María de La Alhambra – Mantilla

Hay que tener en cuenta cómo colocar una mantilla en la peina para que salga perfecta y no se mueva con el viento .

La mantilla es utilizada en eventos como una boda, donde la novia puede llevar una tesoro como es una mantilla de chantilly realizada a mano , que son las mantillas de gran valor . También la madrina suele vestirla , aunque nunca la llevará de color blanco o blanco roto.

Mantilla bordada a mano – boda – Alhambra


El legado familiar con la conexión en la Alhambra, hace que pertenezca a la Cofradía de Santa María de La Alhambra , que en mi boda llevase una mantilla realizada a mano y la celebrase en una parte en La Alhambra. La artesanía está unida a la historia, a la cultura , a un legado y a la moda , no dejes de descubrirlo.

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2 comentarios en “La Mantilla Española: Un Legado de Arte”

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