Los Vigilantes de La Alhambra

Los Vigilantes de  La Alhambra  , fueron los cuidadores del recinto de La Alhambra , mimado y vigilado por personas, que de generación en generación pasaba esta labor de padres a hijos . Tras disolverse el «Cuerpo de Los Inválidos» nombre que recibió debido a la hazaña de un soldado cuando tras la invasión francesa en Granada, se ordena volar las fortificaciones de La Alhambra por un mando francés de Napoleón, y el Cabo de Inválidos José García, obstaculizo el hilo de la pólvora con su cuerpo dirigido a los palacios. http://www.abc.es/espana/20150212/abci-tropas-francesas-alhambra-destruir-201502111553.html

La Vigilancia, el cuidado de bosques, parques, jardines, pasó de padres a hijos hasta el marido de mi tía María Victoria Carrasco, Manuel Jiménez, el Último Vigilante de La Alhambra de aquella época.  Durante más de sesenta años se caracterizaron  por su sombrero de ala ancha, y chaqueta de pana, aunque Manuel ya llevaba su traje gris elegante que después les pusieron.  Las familias de trabajadores como ellos, vivieron  en el recinto,  en las casillas del Partal, Torre del Generalife, o en Viviendas de la Cuesta de Los Chinos.
La madre de Manuel  nació en La Alhambra en 1807, y allí nacieron sus dos hijos mellizos , Manuel y Joaquín, casándose Manuel con María Victoria un joven que vino a trabajar  con la familia que siempre la trato con un cariño familiar. Allí conocería a su marido , y pasaría a vivir dentro de la Alhambra.

Manuel se encargaba de vigilar Las Torres.  Yo era muy pequeña cuando falleció, pero mi tía y mi madre siempre han contado que como era tan bromista, siempre que los turistas le preguntaban si escuchaba llorar a la princesa en La Torre de La Cautiva,  les decía que sí, que todas las noches a las doce de la noche se oía llorar a la princesa, aunque nunca escucho nada. También me puso el nombre de «rabua» porque tenía una gata que era muy arisca, y el con toda su cariño me subía los croasants recién salidos del horno, y yo le decía que no quería. Aquel hombre, el tío de mi madre, Vigilante de La Alhambra, es parte de la historia de esto monumento tan visitado y que esconde tantas historias reales.

 
Los Vigilantes llevaban su Reloj para controlar los turnos y accesos a los palacios. Más de una noche tuvieron que sacar gente que se colaba a través del bosque y se bañaba en la Alberca del Partal. Los trabajadores de La Alhambra,  eran una familia, y los Vigilantes se ocupaban de vigilar todo el recinto, al fallecer mi tio al pasar por casa de María todos comprobaban que todo estuviese bien, ya que en esta época nadie más vivía en el Partal.
 

Los Vigilantes de La Alhambra una familia