Los mejores destinos para viajar solo
La gran mayoría de nosotros viaja en pareja, en familia o en grupo, pues la idea de paseo y diversión generalmente se piensa “con alguien más”. Pero viajar solo también puede resultar muy placentero si se consideran algunos puntos.
Podrás hacer lo que quieras, cuando quieras, sin tener que agradar a nadie. ¿La parte más dura? Elegir dónde ir. Aquí van algunas sugerencias de dentro y fuera de España.
Los mejores destinos para viajar solo, Sonríe Travel
Quien hace turismo solo, disfruta el viaje “para sí mismo”, a su gusto y a su manera. Lo cual no es para nada despreciable. Pero antes de elegir el lugar, te recomendamos tener claro cuál es el objetivo del viaje. No es lo mismo viajar solo para conocer gente y hacer nuevas amistades, que viajar en busca de relax y desconexión. Según lo que busques, la opción será diferente.
Destinos para viajar solo en España
¿Sabías que este año España ha sido elegida como uno de los mejores destinos para viajar solo ? A mí no me sorprende, tenemos un país con una inmensa riqueza histórica, destinos de playa de ensueño y una gastronomía variada de productos de calidad insuperable. Lo difícil es decidir entre tantos lugares, en Sonríe Travel te damos algunas ideas interesantes y recomendaciones.
Formentera, Islas Baleares
¿Te gusta el deporte? Formentera puede ser una buena opción para esa escapada en solitario, porque tiene numerosas vías verdes para recorrer la isla en bicicleta y porque en sus maravillosas aguas puedes practicar otras disciplinas como submarinismo, káyak, vela, windsurf… En un descanso, puedes conocer alguno de sus conjuntos históricos, recorrer alguna de sus fortalezas o dejarte asombrar por su enorme patrimonio artesanal de casas, molinos, aljibes, etc. Mención aparte merecen sus famosos faros, el de la Mola, que mencionó Julio Verne en ‘Héctor Servadac’ y el del Cap de Barbaria, inmortalizado por Julio Medem en ‘Lucía y el sexo’.
Granada
Es uno de los grandes atractivos turísticos del país y uno de los lugares que se pueden recorrer perfectamente solo. Imagínate dar un paseo por los recintos de la Alhambra, jardines y palacio de Carlos V. Y luego recorrer el barrio del Sacromonte y dejarte llevar por el ‘sentío’. O recorrer las callejuelas del Albaicín, Patrimonio Mundial de la Humanidad. Cuando quieras descansar un poco de la numerosa oferta cultural, aprovecha para acercarte a las calles Ángel Ganivet y Reyes Católicos para hacer algo de ‘shopping’. Y si no quieres volver de tu viaje llena de bolsas pero sí con el estómago cumplido, para en cualquiera de sus bares del centro a probar sus habas con saladillas, el remojón granadino o los típicos soplillos de la Alpujarra.
Sierra de Gredos
A medio camino entre Ávila, Madrid, Cáceres y Toledo, la sierra de Gredos es una de las más grandes y apetecibles del Sistema Central. Puedes elegir alojarte en cualquiera de las casas rurales de la zona, o bien en establecimientos más al uso como el Parador o los hoteles de localidades grandes (Hoyos del Espino, Barco de Ávila…). No importa la forma física en la que estés: hay senderos para todos para descubrir el fabuloso paisaje y dejarte llevar incluso hasta el mítico circo de Gredos, si lo deseas. Y, además, una motivación para tus caminatas (o para tu relax, según se mire) puede ser la exquisita gastronomía de la zona, como las patatas revolconas o los judiones del Barco.
Sigüenza, Guadalajara
Parece sacado de una película (y, de hecho, ha sido escenario de alguna, como ‘Cristóbal Colón. El descubrimiento’, con Marlon Brando), pero este pequeño castillo caracense, y el municipio en el que se encuentra, bien vale una escapada -sobre todo, si vas algo justa de dinero-. Dedica un tiempo de tu visita a recorrer este edificio que, desde su construcción en el siglo XII, pasó siete siglos albergando nobles y sobre todo a altos clérigos. El pueblo también tiene un buen puñado de monumentos de diferentes época (puedes hacer un viaje en el tiempo desde lo medieval a lo neoclásico, pasando por muestras renacentistas y barrocas) y, si aún te sobra tiempo, dedícalo a llevarte alguno de los mejores recuerdos de la ciudad: miel, alfombras, cerámica, espejos…
Viajar solo a Ámsterdam, Países Bajos
Para muchos es un destino evidente, pero es verdad que es el lugar perfecto para los que les gusta viajar solos mochila a la espalda y en bicicleta. Conocer gente en cualquier bar o local del centro será poco más que un juego de niños.
El Museo del Queso es un lugar acogedor donde probar los deliciosos quesos holandeses de forma gratuita, mientras que la casa de Anna Frank te permite conocer al detalle su triste pero apasionante historia durante el régimen nazi. Si buscas un museo realmente original vista el Museo Heineken. Finaliza una jornada perfecta con un cóctel junto a uno de los canales que atraviesan la ciudad.
Viajar solo a San Francisco, EE. UU.
Hemos incluido este destino en nuestra selección porque todos los viajeros en solitario que lo visitan se enamoran de la ciudad y quieren alargar su estancia al máximo.
San Francisco es la ciudad estadounidense de aspecto más europeo y tiene símbolos que la han hecho famosa en todo el mundo, como sus pintorescos o el puente rojo Golden Gate sobre el océano Pacífico. En esta ciudad puedes visitar una de las carreteras más conocidas del mundo: la 49-Mile Scenic Drive. Los carteles con una gaviota blanca te mostrarán cuáles son los mejores lugares para hacer fotografías o dónde tendrás las mejores vistas.
¿Buscas algo más aventurero? Recorre la costa oeste de EEUU, un viaje de película.